Balance

Desde la semana pasada estoy asistiendo a lo que será durante cuatro años mi escuela. La primera impresión (según la que cuenta) fue mala, pero eso ha cambiado con el transcurso de los días.
Y es que el porcentaje de mujeres en mi salón —y tal vez de la facultad en si— es de uno a tres, lo que hace que la experiencia de asistir a clases sea mas placentera; aunque todavía no me acostumbro al nivel tan exagerado de buenaondes que se maneja.

No he tenido la oportunidad de ver con calma a mis Pumas, se que andan de la verga y que el Cruz Azul les propino una paliza (gracias a eso debo una comida) veremos si mejoran con el transcurso de las jornadas.



Se supone que desde ahora es un nuevo comienzo...