Esto se generó en un a Olivetti Lettera 32

Hace poco me enfrasqué en un debate en torno a lo natural... hoy en día pocas cosas pueden ostentar el titulo de naturales. A mediada que pasa el tiempo cambiamos nuestros hábitos e incorporamos nuevas "necesidades" a la vida diaria.

Que vulnerables y dependientes nos hemos vuelto.

A raíz de los inesperados vientos que azotaron a la capital del país, muchos hogares sufrieron la perdida del servicio de luz, y mi casa fue una de las afectadas. Dejando de lado el pésimo servicio que presta (en manos de particulares) la empresa de clase mundial CFE (sic), la angustia que nos embargaba a mis vecinos, mi familia y a mi era inmensa. ¡Cómo voy a hacer el informe de mañana?, ¡ya no voy a ver mis novelas!, ¿cómo va a subir el agua al tinaco!... no es que, no podemos estar sin luz.

En lugar de tratar de aprovechar esa infortunada ocasión sin luz y convivir como familia, todos nos preocupábamos en saber que íbamos a hacer para regresar a nuestro estado de confort. Una oportunidad de reunirnos y platicar, reír y jugar, se desperdició.



Otra muestra de como hemos inevolucionado, es con las "redes sociales" y la "comunicación digital".

Hace unas semanas pasé por uno de los momentos más complicados de mi vida, y como tal, necesitaba a mis amigos, a una en particular. Por diferentes circunstancias no podía verla, ni tomar el teléfono para comunicarme con ella, así que tuvimos que recurrir al messenger para conversar. En un momento de la charla le comenté que era muy frío eso. Sostener una conversación a través de internet sin denotar sentimientos, expresiones, empatía...

Actualicé mi twitter... comente en una "red social" mi estado de ánimo, ¿a qué llegaremos?


Imagen: Compro-vendo-cambio-alquilo