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Estoy terminando lo que tal vez sea —hasta ahora— la mejor semana de mi vida.

Hace una semana exactamente mis PUMAS se coronaron campeones por sexta ocasión, el miércoles fui a un concierto muy especial, el jueves vi a dos grandes amigas con las que no me reunía desde hace bastantes años y para finalizar el sábado vi a METALLICA. También vi Wolverine Orígenes pero eso no es relevante jaja.

De forma dramática —como fue toda la liguilla— los Pumas se convirtieron en campeones el pasado domingo 31 de mayo. Tenía pensado asistir al encuentro en Pachuca pero dado el irracional costo de los boletos no pude ver -en vivo- alzar la copa a mis amados felinos. He asistido a dos finales -las dos en partido de ida, acompañado de la misma persona, y las dos veces han sido campeones- aunque en está ocasión fue muy difícil conseguir boletos. Para no sufrir de esos inconvenientes pienso adquirir mi abono para el siguiente torneo.

El concierto al que asistí este miércoles fue muy especial por varias razones: me hizo el favor de invitarme un chavo de quince años al que no veía desde hace tres, se puede decir que lo inicie en está "onda del metal", era su primer concierto, y fue una catarsis personal. Digamos que una especie de cierre de un ciclo.

Ah que gratos son los reencuentros con personas que se estiman y que aveces por diferentes circunstancias pasan tiempos prolongados sin mantener contacto, se les quiere niñas y mucho, sobre todo por ser esa ancla que siempre hace falta.

Gran concierto el de ayer (sábado), aunque el sonido estaba de la verga (ojo, estaba en el peor lugar para un concierto, sobre todo en el foro sol). En definitiva dentro de mi top five. Aunque esto merece post aparte... Continuará.

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